lunes, 16 de julio de 2012
Una pequeña historia, para vosotros.
Sé que llevo mucho tiempo escribiéndoos por aquí, pero hoy quiero contaros una pequeña historia.
Tengo solo 16 años y entiendo que no queréis que os vaya dando lecciones sobre la vida, pero tengo una que quizás os ayude alguna vez.
Yo desde muy pequeña he tenido una constitución bastante ancha, o como dice mi madre 'tengo los huesos anchos'. Por culpa de esta 'constitución' no he tenido buena suerte con los chicos, tan poco he tenido facilidad para hacer amigos, ya que hoy en día la superficialidad es el aliado de todos.
Desde hace un par de años, podríamos decir que los chicos saben ver mi lado bueno, quitando todo lo relacionado con mi físico. Me han llegado a decir que estoy 'perfecta' y que tengo 'un cuerpo genial'.
Pero hay algo que seguro que os ha pasado alguna vez. Vosotros mismos, no os gustáis. Todo el mundo os dice que estáis bien, que no cambiéis que sois vosotros mismos, y que sois geniales, pero no, hay algo que no.
Ninguna de esas personas que dicen que estoy bien saben lo que siento cuando por las mañanas me miro en el espejo. Los chicos que me han llegado a ver en ropa interior me ven con diferentes ojos que con los que me miro yo.
Así que, hace unos días, concretamente el 27 del mes pasado, mi mejor amiga, que también se le puede llamar 'mi vida entera', se fue de viaje todo el verano. En el momento que me vi sola, pensé; "¿Qué estoy haciendo con mi vida?". Pensé que si no me gustaba, quizás era el momento perfecto para cambiar. Y eso estoy haciendo. Hablé con mi madre y le pedí que por favor me hiciera comidas de dieta y que me controlara lo que comía. Y lo está haciendo.
¿Cuál era mi problema? que no hacía deporte.
Claro, comía poco pero no hacía deporte y eso era como no hacer nada.
Hasta que un día, mis padres me obligaron a ir con ellos por las noches a caminar durante más de una hora y acabé aceptando. Ya llevo unos cuantos días haciéndolo y cada día me siento mejor que el anterior.
Me peso todos los días y comienzo a ver los resultados que yo esperaba.
Y ahora pienso, no estoy cambiando ni por mis padres, ni por mi mejor amiga ni por el chico que tanto me gusta, lo estoy haciendo por mi y por el reflejo que veo cada día en el espejo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)


No hay comentarios:
Publicar un comentario