lunes, 5 de septiembre de 2011

Demasiadas razones para gustarme.

Me gustas cuando dices tonterías, cuando metes la pata, cuando mientes, cuando te vas de compras con tu madre y llego al cine tarde por tu culpa. Me gustas más cuando me despiertas con un mensaje, o cuando eres feliz y se te nota, o cuando eres perfecto diciendo una frase que lo resume todo, o cuando te ríes...
Me gustas cuando dices que una canción te recuerda a mí, o cuando simplemente me sonríes tiernamente.
Me gustas cuando me cuentas cosas que en verdad me dan exactamente igual, o cuando me explicas cosas que ni siquiera logro entender.
Me encantas cuando nada más conectarte me saludas cariñosamente, o cuando te despides con un rápido "te quiero".
Me gustas cuando me dices que te has comprado ropa, aunque me gustas más cuando me la enseñas poniendo esa carita de niño pequeño que te sale. También me gustas cuando me hablas de tú hobby como si fuera lo ultimo que vas a hacer en el mundo.
Me gusta con el estilo que subes a la cama y la delicadeza con la que te acercas ami para besarme.
Me chifla cuando me coges de la mano y me haces sentir eternamente protegida.
Pero aún me gustas más, tanto que casi no lo puedo resistir, cuando te despiertas y lo primero que haces es decirme con una sonrisa en la cara: "Tengo un hambre feroz esta mañana, y tú vas a ser mi desayuno".


No hay comentarios:

Publicar un comentario