viernes, 2 de septiembre de 2011

Perdoname, enserio.

De un cuento perfecto, siempre sale un final triste, aunque quizás demasiado triste.
Estoy acostumbrada a que los chicos me dejen a mí, acostumbrada, a sufrir unos días y luego dejar el tema de lado, acostumbrada a no ser la que lleve las cuerdas de la relación.
Demasiado acostumbrada a que me resuelvan la vida, y me lo pongan todo fácil. Pero ha llegado alguien que me lo pone de todo, menos fácil, y creo que ha llegado el momento de tomar decisiones.
Cortar esto de raíz creo que sería lo mejor y decirtelo por aquí, también, pero todavia no tengo nada seguro, no quiero precipitarme y cargarmelo todo de golpe.
Eres capullo, cabrón, inmaduro, tonto, retrasado, desgraciado, gilipollas... pero todas estas cosas son las que te describen y supongo que también me enamoré de ellas, cuando me enamoré de tí.
Pero no, lo siento, ya es demasiado, y... creo que el amor, se está acabando, creo que ya no hay que seguir con esto.
Como he dicho antes, estoy acostumbrada a que me dejen, a que me abran los ojos y a que me ayuden a que me dé cuenta de que no vale la pena seguir. Pero tú no, tú no eres así.
Tú no quieres acabar con nada, tú lo ves todo bien, crees que todo esto sigue teniendo un futuro, que habrá una proxima vez y que esa vez, todo saldrá bien.
Que aguantaremos mucho tiempo, que estaré siempre esperandote, que siempre seré tuya...
Y no.
Perdoname, ahora la golfa, soy yo, la que te hago daño, ahora también soy yo. La que se merece insultos, soy yo, la que no vale una mierda, soy yo.
Pero escuchame, tú sufrirás ahora, pero yo sufrí durante 15 meses, y ahora, es mi turno.



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