+ ¿Te puedo decir una cosa?
- Sí, dime...
+ No te acostumbres a mí.
- ¿Cómo?
+ Que no te acostumbres a mí, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a mi sonrisa en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a como te miro o te dejo de mirar, no te acostumbres a mi cara cuando te ríes de mí, no te acostumbres a mi rabia, ni a reírte de las cosas que digo.
- ¿Y eso a qué viene?
+ Viene a que yo ya me he acostumbrado a todo lo tuyo, y si lo pierdo lo pasaría mal, y no quiero que tú lo pases mal, nunca.

Que texto más precioso.
ResponderEliminarHa sido una monada!
Aquí tienes una nueva seguidora y espero que tú también te pases por mi blog ^^
http://coffeeandcoconutt.blogspot.com/
Besitos cocoteros!
Muchísimas gracias:)
ResponderEliminarClaramente que me voy a pasar por tú blog, y muchas gracias por seguirme, voy a hacer lo mismo.
Un besazo :)