miércoles, 28 de septiembre de 2011

16 meses sonriendo a tu lado.

Y empezaré dandoos un consejo. Si quereis encontrar algo, no busqueis, aparecerá solo. Mucho buscaba yo a una persona que me quisiera, que me respetara y me hiciera feliz. Busqué y no encontré. Hasta que un día, apareciste. Sin buscar ni esperar nada, de la nada saliste.
Y aquí estoy otra vez para decir que ya son 16 meses los que llevo a tu lado. Que son 16 meses de risas, de enfados y peleas, pero que son los mejores 16 meses que he tenido nunca.
Que mientras esté a tu lado, no tendré que temer nada.
Decirte que si hay algo que me gusta escuchar, es tu voz. Si hay algo que me gusta oler, es tu olor. Si hay algo que me gusta probar, son tus labios. Si hay algo que me gusta mirar, es tu cara. Y si hay algo que me gusta sentir es tu cuerpo.
Que nadie como nosotros dos sabrá nunca lo que es tener a la persona que quieres lejos, pero nadie como nosotros sabrá lo que es esperar por amor, lo que es sentir la distancia y lo que es luchar por algo.
Y si hay algo que tengo claro es que te quiero, te quiero y te quiero.
Y que lucharé siempre, siempre por esto, por tí, por mí y por hacer el cuento más bonito.
Y recuerda, si alguna vez te preguntan, que es para tí la distancia, tú diles que para tí, sólo son numeros.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Y de tanto buscar, te encontré.

De pequeña buscaba piedras blancas, o de esas piedras que escriben en el suelo. Más adelante buscaba caramelos o dinero por el suelo, siempre he dicho cuando oigo el sonido de una moneda: "¡¡¡¡¡si es redondo en mio!!!!".
Que tiempos...
Más adelante buscaba novio, un chico, cualquiera, no me importaba quien fuera, todo el mundo tenia novio y yo no iba a ser menos, pero de tanto buscar, me cansé, dejé de buscar, me dediqué a esperar la mayor parte del tiempo... Me cansé de esperar y busqué...
Buscaba a alguien normal, que me quisiera y fuera feliz, pero ¿qué me encontré?, me encontré con la perfección. Y ¿qué me hizo ver esto?, que cuando buscas algo normal, algo que no tiene nada de importante, encuentras algo mejor, o mejor dicho, encuentras lo mejor.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Sé que algún día, me necesitarás.

Acompaño a los perdedores, aunque no os confundáis también me ha tocado acompañar a los ganadores. Estoy en los malos momentos, casi nunca en los buenos. Por mi culpa mucha gente sufre y se come la cabeza.
Todos huyen de mí, me intentan apartar. Hay gente que me necesita para pensar, para encontrarse a si mismo y para saber hacia donde debe tirar, pero enseguida me abandona.
Hay gente que me busca y la mayoría me encuentra. Pero sé que tú, si si, el/la que esté leyendo esto, jamas me buscaría, jamas.
Dicen que ayudo, pero más bien ayudo a caer. Si alguna vez me encuentras y te quedas un tiempo conmigo, no volverás a ser como antes.
Cuando algo te va mal, recurres a mi, porque solo a mi lado olvidas tus sentimientos, solo a mi lado consigues ser tu, a mi lado nadie te insulta ni te critica, nadie te dice como deber ser. A mi lado te sientes desprotegid@ pero a la vez sobrecogid@.















Y básicamente sí, me odio a mi misma, pero me ha tocado ser así, y aunque no lo parezca, alguna vez, me vas a necesitar.

ATENTAMENTE: La Soledad.

Siempre me quedará él.

Llegas a casa y sin más, te vas a tu cuarto para encerrarte después de una tarde por ahí con tus amigos, no piensas en nada más que ponerte música y tumbarte en la cama para pensar en cosas que a veces son mejor no pensar pero siguen rondando por tu cabeza. Piensas en lo que pasó ayer, eso tan gracioso con tus amigos que todavía te hace reír o lo que puede pasar mañana, así día tras día y al darte cuenta, ya han pasado cinco canciones desde la primera. Siguiente canción. Sonríes, es tu canción favorita y sin duda empiezas a tararearla y sin querer tu pie empieza a llevar el ritmo.
Cierras los ojos y piensas en todo lo que está pasando y en lo mucho que está cambiando tu vida. Piensas en el miedo que te da perder a los amigos de antes y claro, te cae una lágrima al pensar en los compañeros que tienes ahora, te das cuenta de que no encajas entre ellos, y sabes perfectamente que te vas a sentir sola, apartada de los demás.
Piensas en el tiempo que vas a tener que estar así, y todavía lloras más.
Miras por la ventana, como si alguien fuera a entrar y te fuera a ayudar a seguir adelante.
Acaba la canción y todo se queda en silencio, oyes a los pájaros piar y a tu perro llorando porque se ha quedado encerrado en la terraza.
Te levantas rápidamente y te asomas por la ventana riendo, mientras tu perro empieza a mover la cola y a ladrar porque sabe que vas a abrirle la puerta.
Vuelves a la habitación y te tumbas otra vez en la cama, pero esta vez sin música, en silencio.
Te aburres y decides encender el ordenador para que con un poco de suerte, alguien te dé una buena noticia y nada más encenderlo y ponerte al messenger, te llega un mensaje de él, saludandote como todos los días y en ese mismo instante es en el que te aparece una sonrisa en la cara, una estúpida sonrisa que consigue que olvides la mierda de día que has tenido, la mierda de clase que te ha tocado y la mierda de año que te espera.
Y entonces el te pregunta: "¿cómo estas?", y tú le dices que bien, aunque estás fatal, pero lo haces porque gracias a él, las cosas se te olvidan por momentos.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Putos prótotipos.

Y ponerse a llorar por el miedo a la cifra que marcará esta vez la báscula.
Temblar por pensar que talla llevará hoy de pantalones y deprimirse al entrar en una tienda de ropa. Llegar al punto de ver a todas las demas, mucho mejores que yo.
El sentimiento de culpabilidad que siento al ver que ahora llevo una L de camiseta y no una M.

El terror, el terror de los vestidos, argh, no llevar un vestido preto por el miedo al qué diran de mí.
Es triste tener opinion propia siendo que la unica que cuenta, es la de los demás.
Desgraciadamente vivimos en un mundo extremadamente superficial, y no sólo lo es el mundo, sino, que las personas también lo somos.
Nada de fe@s, gord@s o pringad@s. Triste, muy triste.
Que las adolescentes recurran a la bulimia para sentirse bien consigo mismas es algo inaceptable, pero sí, es la sociedad de hoy en día.
Prótotipos de cuerpo que todos queremos conseguir, ponernos uno de meta y pensar que algún día, podremos conseguirlo.

Le amo, y no debo daros más explicaciones.

- Hola cariño.
+ Hola cielo.
- ¿Qué tal estas?.
+ Bien.

Me pregunta "¿qué tal estas?", y yo le digo "bien", es porque no tengo la confianza de decirle que estoy mal, que no tengo motivos para continuar, que no hay nada después de hoy,que se acabo para mi,que él es lo unico que tengo y que sé que le voy a perder.

+ ¿Y tú, vida?.
- Bien igual, he estado toda la tarde pensando en tí.

No pude aguantar una sonrísa de oreja a oreja, una sonrísa que le demostraba al mundo lo tontamente enamorada que estaba.

+ ¿De verdad? Yo también cariño.
- Te quiero.

Él sabia que estaba deseando leerlo, bueno, más bien escucharlo, pero no podía, así que opto por escribirmelo consiguiendo hacerme la chica más feliz del mundo.

+ Y yo... y bien, ¿cómo te ha ido el día?
- Muy bien, he estado muy ocupado, pero ha ido todo bien. ¿Y tú día?

Siempre igual, se preocupa por mí.

+ Muy bien la verdad, un día cualquiera, faltabas tú para alegrarmelo un poco.
- Aunque no lo pareciera yo estaba a tu lado.
+ Eso es lo que me gustaría.
- Sí, y a eso estoy esperando.

Le amo, definitivamente, le amo.

Si tuviera que numerar las cosas que me encantan de tí...

Me encanta que me piques. Me encanta que te enfades, me apartes la mirada y te muerdas la uñas. Me encanta verte cantar. Me encanta que te mires en algun reflejo y pongas esas caras raras. Me encanta que me cojas de la cintura y me beses. Me encanta que me toques la espalda y que me mires con esa sonrisilla picara. Me encanta pillarte mirandome el culo y que gires la cara disimuladamente sonriendo. Me encanta que me lleves la contraria. Me encanta que te tires encima mio cuando estoy tumbada en el suelo. Me encantan esas tardes aburridas en el parque junto a ti. Me encanta morderte el labio y que me digas que te hago daño. Me encanta tú nombre y tu apellido. Me encanta tu forma de caminar y tu forma de sentarte en los sitios. Me encanta tu forma de cambiarme de tema cuando no te interesa nada lo que digo. Me encanta con la disimulacion que me miras en momentos o con la delicadeza que pasas de mí en algunas situaciones.
Me encantan los besos entrecortados que me das. Me encanta cuando me cojes de la mano sin que yo te lo pida o cuando sonríes sin haber dicho nada gracioso.
Me encantan muchas cosas de tí, pero lo que más me encantaría es despertarme todos los dias junto a tí.

martes, 6 de septiembre de 2011

Nunca te acostumbres a las cosas que puedes perder.

+ ¿Te puedo decir una cosa?
- Sí, dime...
+ No te acostumbres a mí.
- ¿Cómo?
+ Que no te acostumbres a mí, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a mi sonrisa en esos momentos, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a como te miro o te dejo de mirar, no te acostumbres a mi cara cuando te ríes de mí, no te acostumbres a mi rabia, ni a reírte de las cosas que digo.
- ¿Y eso a qué viene?
+ Viene a que yo ya me he acostumbrado a todo lo tuyo, y si lo pierdo lo pasaría mal, y no quiero que tú lo pases mal, nunca.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Para nada amigos del olvido.

Dos personas. Cada uno cree que hace más por el otro, que el otro por él. Se centran en sus cosas sin darle apenas sentido a su amor.
Cero caricias, cero besos, cero sentimiento.
Se dan cuenta, y no quieren arreglarlo, para nada, de ninguna manera.
Les consume la necesidad de tener el cuerpo del otro, de sentirse dentro uno del otro y saber que son únicos.
El reloj sigue contando segundos, mientras el calendario sigue sumando días, y ellos nada, siguen igual, en la misma cama, pero separados.
Lo saben, se quieren, se aman, se necesitan.
En la cama se dan la espalda, pero ella está en silencio, intenta contar los latidos del corazón del contrario.
Y él, cierra los ojos, intenta dormir y no puede, no aguanta el saber que la tiene a centímetros de su cuerpo.
Les espera el olvido.
Muchas preguntas.
Sólo el olvido podría rescatarles, pero no están dispuestos a olvidarse.

Estar contigo eterna e inamoviblemente.

Sé que fuimos ingenuos, creyendo que todo esto nos duraría mucho, que sería eterno, inamovible...
Supongo que nada hay que hacer ante la furia de un amor adolescente que con nada, ya se vuelve loco.
Sé que nos separaremos y también sé que ni siquiera este amor tranquilo, pero intenso, podrá salvarnos.














Pero quiero decirte que tu pelo, todavía me emociona, que sé que me temblarían las piernas, si me vuelves a besar. Que tú olor se ha quedado completamente pegado a mi cuerpo. Que tus latidos todavía los escucho muy dentro de mí, y para que mentirte, me encantaría ser los latidos de tu corazón, para saber que por un instante, soy imprescindible para ti. Que ya no me importa morir y que me olviden si nos olvidan juntos, si voy a estar contigo eterna e inamoviblemente en el olvido.

Demasiadas razones para gustarme.

Me gustas cuando dices tonterías, cuando metes la pata, cuando mientes, cuando te vas de compras con tu madre y llego al cine tarde por tu culpa. Me gustas más cuando me despiertas con un mensaje, o cuando eres feliz y se te nota, o cuando eres perfecto diciendo una frase que lo resume todo, o cuando te ríes...
Me gustas cuando dices que una canción te recuerda a mí, o cuando simplemente me sonríes tiernamente.
Me gustas cuando me cuentas cosas que en verdad me dan exactamente igual, o cuando me explicas cosas que ni siquiera logro entender.
Me encantas cuando nada más conectarte me saludas cariñosamente, o cuando te despides con un rápido "te quiero".
Me gustas cuando me dices que te has comprado ropa, aunque me gustas más cuando me la enseñas poniendo esa carita de niño pequeño que te sale. También me gustas cuando me hablas de tú hobby como si fuera lo ultimo que vas a hacer en el mundo.
Me gusta con el estilo que subes a la cama y la delicadeza con la que te acercas ami para besarme.
Me chifla cuando me coges de la mano y me haces sentir eternamente protegida.
Pero aún me gustas más, tanto que casi no lo puedo resistir, cuando te despiertas y lo primero que haces es decirme con una sonrisa en la cara: "Tengo un hambre feroz esta mañana, y tú vas a ser mi desayuno".


domingo, 4 de septiembre de 2011

Por querer, no hay que disculparse.

Oh, putas tentaciones. Putas adicciones. Puto tú ¬¬
Eres como estar a dieta y tener justo delante un pastel de chocolate, con virutas de colores y nata, mucha nata. OH... se me cae la baba.














Pues tú, eres exactamente igual. Tu cuerpo es el pastel, tus labios, las virutas de colores y la nata tus besos.
Definitivamente, adictivo.
Cuantas veces habré soñado ya, con estar sentada en un sofá a tu lado, hacerme la enfadada para que te acerques a mí, y aprovechar para tocarte el culo... (no os asustéis).

Eres de extremos, o más bien, soy yo de extremos. Un día te quiero y al día siguiente te prendería fuego la casa contigo dentro. Pero que nooooooooo, que ahora te quiero.

Deberías pedirme perdón por todas las adicciones que me causas...me vuelvo adicta a tus mensajes, a tus conversaciones, a tus fotos, a tus canciones, a mirar tu cuerpo, a escuchar tu voz, a mirar tu sonrisa o incluso a oler tu ropa. Sí, debes pedirme perdón.
Si lo haces, yo te pediré perdón, por fusilarte a mensajes, por hablarte mucho en las conversaciones, por guardarme todas tus fotos, por mirarte embobada, por quedarme petrificada cada vez que escucho tu voz, por sentir un cosquilleo dentro de mí, al ver tu sonrisa y también te pediré perdón por sentirme protegida al oler tu ropa.

Pero debes saber, que te quiero y eso es algo por lo que jamas, te pediré perdón.




Tropezar una y otra vez.

Dicen, que los seres humanos, somos los únicos que tropezamos dos veces con la misma pierda, y es cierto.
En mi caso, no tropiezo dos veces, no no, sino, que tropiezo millones de veces con la misma piedra.
Llegados a este punto, casi me atrevería a deciros, que estoy acostumbrada a tropezarme tantas veces, pero no solo a eso, si no que también, me he acostumbrado a levantarme sola.

- Solo hago que tropezar.
+ ¿Por qué tropiezas?
- Porque soy tonta, y no me doy cuenta del daño que me haces.
+ ¿Tropiezas conmigo?.
- Sí.
+ Pues déjame, olvidame, haz como que no existo... no quiero ser tú piedra.
- No, si mi piedra eres tú, no me importa tropezar una vez, y otra, y otra, y otra...














Parecía como que el amor, no iba a llegar nunca, pero en ese momento, apareciste tú. Esa persona que me incita a caerme todo el rato, pero que cuando se dá cuenta, no duda en ayudarme a levantar.
Esa persona, que no se dá cuenta de lo que es para mí, pero que sin ella, yo, no sería lo que soy. Y esa persona, eres tú.

Quédate conmigo, ahora y siempre.

-Quédate conmigo.
+ ¿Ahora?.
- Ahora y siempre.
+ No pensaba irme de tú lado; estaré siempre contigo.

Le tapé la boca al escuchar esa palabra. ¿Siempre? Me hacían daño los oídos al escuchar eso...

+¿Por qué me tapas la boca?.
- No vuelvas a decir eso.
+ Está bien, nunca lo diré.

Le volví a tapar la boca mientras le miraba con mala cara. ¿Acaso no se daba cuenta? Que barbaridades.

+¿Pero se puede saber que haces?.
- Evitar que sigas diciendo gilipolleces.
+ Oh, ¿ahora decir cosas bonitas, son gilipolleces?.
- No son cosas bonitas mi vida, son mentiras, una detrás de otra... date cuenta, no vas a estar siempre conmigo... no vamos a durar eternamente...
+ Lo sé, pero de sueños se vive.
- Yo no quiero vivir de sueños, quiero vivir una realidad, y si puede ser, que sea a tu lado.


¿Por qué estás sola?

- Y sin novio.
+ ¿Estás sola? ¿Y eso?
- Pues a ver, te cuento...
+ Sí, sí, cuenta
- Me la juego por tíos que no se la juegan por mí, lloro por tíos que jamas lloraran por mí, le doy segundas oportunidades a tíos que nunca me las darían a mí, dejo escapar al chico perfecto, porque creo que le falta algo, y me quedo con el tío equivocado porque tiene un cuerpo de infarto. Gasto saldo en enviar sms a tíos que me tienen loca y paso olímpicamente de los tíos que están locos por mí. Sueño despierta con besar al chico que nunca tendré mientras otro chico sueña con besarme a mí. Me rió de un tío por combinar mal la ropa, y el tío buenorro se ríe de mí porque la ropa me marca las chichas.
+ ¿Y por eso estás sola?
- Claro, ¿qué más quieres?
+ No, nada
- Dímelo
+ De mí, no te ríes, ni yo me rió de ti, ami me envías mensajes, y yo te los contesto todos, yo no me rió de ti porque la ropa te queda toda genial, siempre sueño con besarte y sé que tu también sueñas lo mismo conmigo, siempre te daría una segunda oportunidad sin pensármelo dos veces y tu ami también, no soy el chico perfecto, pero bajo ninguna circunstancia voy a dejar que me dejes escapar.




sábado, 3 de septiembre de 2011

No pienso prometerte nada.

Dios, que tortura de días. Mi vida empeora por momentos, ¿sabeis?.
No hay nada claro, todo está gris,todo borroso.

- Pero a ver, ¿vosotros sois novios?
+ Joder, ¿otra vez? Que no.
- Pero es que vuestra relación parece que lo es...
+ ¿Porqué? ¿Porqué no nos podemos liar con otros? ¿Porqué celebramos una fecha? Eso no es ser novios, es hacerse ilusiones en vano...
- Tú piensas que sois novios, el que no lo piensa es él, ¿verdad?
+ Sí, puede ser, él dice que soy su amiga
- Ya claro, su amiga...
+ Pero ahora dime, si sólo soy su amiga, ¿cómo es que sé a que saben sus labios?

Todo ha sido un error, ¡ala! ya lo he dicho. Llevo pensándolo mucho mucho tiempo, pero ¿para que decirlo, verdad?
Espero el momento en el que sea el punto exacto para este final. No pienso hablarlo contigo y darte razones por las cuales te estoy dejando de hablar.
No pienso luchar más para que me perdones si me estoy equivocando. No te enviaré más mensajes en nuestro día, ni te dedicaré entradas de amor.
No escucharé la canción que me dijiste que me dedicabas, ni la tararearé cuando te eché de menos, porque sí, te echaré de menos.
No voy a jurarte que no voy a llorar, porque lo haré. Ni te voy a jurar que voy a olvidarte, porque no lo haré.
Quizás no te puedo prometer que no vaya a volver a tu lado, porque todavía no tengo nada seguro. Pero creo que hay algo, que si que puedo decirte de verdad, nunca dejaré de quererte, y esa es mi única verdad.


viernes, 2 de septiembre de 2011

Liberame.

Que te sigo queriendo.
Te lo digo riendo, pero no me hace ni puta gracia.
Que si mi vida era una mierda, a tu lado, lo es mucho más. Nos queda poco, muy poco, y parece que ya estamos en el camino, caminando los dos juntos, hacia el final.
Y que sólo te pido, que me liberes ya.

Perdoname, enserio.

De un cuento perfecto, siempre sale un final triste, aunque quizás demasiado triste.
Estoy acostumbrada a que los chicos me dejen a mí, acostumbrada, a sufrir unos días y luego dejar el tema de lado, acostumbrada a no ser la que lleve las cuerdas de la relación.
Demasiado acostumbrada a que me resuelvan la vida, y me lo pongan todo fácil. Pero ha llegado alguien que me lo pone de todo, menos fácil, y creo que ha llegado el momento de tomar decisiones.
Cortar esto de raíz creo que sería lo mejor y decirtelo por aquí, también, pero todavia no tengo nada seguro, no quiero precipitarme y cargarmelo todo de golpe.
Eres capullo, cabrón, inmaduro, tonto, retrasado, desgraciado, gilipollas... pero todas estas cosas son las que te describen y supongo que también me enamoré de ellas, cuando me enamoré de tí.
Pero no, lo siento, ya es demasiado, y... creo que el amor, se está acabando, creo que ya no hay que seguir con esto.
Como he dicho antes, estoy acostumbrada a que me dejen, a que me abran los ojos y a que me ayuden a que me dé cuenta de que no vale la pena seguir. Pero tú no, tú no eres así.
Tú no quieres acabar con nada, tú lo ves todo bien, crees que todo esto sigue teniendo un futuro, que habrá una proxima vez y que esa vez, todo saldrá bien.
Que aguantaremos mucho tiempo, que estaré siempre esperandote, que siempre seré tuya...
Y no.
Perdoname, ahora la golfa, soy yo, la que te hago daño, ahora también soy yo. La que se merece insultos, soy yo, la que no vale una mierda, soy yo.
Pero escuchame, tú sufrirás ahora, pero yo sufrí durante 15 meses, y ahora, es mi turno.



jueves, 1 de septiembre de 2011