La destrozaste. No dejaste ni una mísera viruta.
La confianza es como la goma de borrar, por cada error que cometes, se hace más pequeña.
¿Cuántas oportunidades te di? No mientas y digas que pocas, no vayas comiéndole la oreja a la gente, diciéndole que la mala del cuento fui yo, porque sabes que no es así.
Que bonito era todo lo que decías, que bonito lo pintabas todo, que perfecto.
Si todas aquellas palabras, hubieran sido de verdad, todo hubiera sido mejor.
Me llamabas con la esperanza de que ese día, te dijera "te quiero", pero sabías que no lo iba a hacer. Lo repetías una y otra vez, esperando que después lo dijera yo, que te lo gritara, que lo dijera en alto, que lo supieran todos.
Todavía no sé porque te importaba tanto eso, no me arrepiento de no habértelo dicho, aunque admito que lo pensaba, que en mi mente pasa una y otra vez.
- Voy a preguntarte una cosa.
+ Claro, dime.
- ¿Confías en mi?
+ Sí.
- Pues entonces, ya nada más importa.
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